domingo, 25 de octubre de 2009

THANATOS


Reconozco la muerte cuando me silba

reconozco su olor a flores cuando se acerca,

hoy la muerte me sorprendió justo a la hora

en que amasaba el pan de cada día,

se posó silente en el borde de la mesa

y extendió sus alas de buitre adormilado.


Repetí el frío de tantas muertes,

el sabor a sangre de tantas venas,

se sobrecogió mi cuerpo en un día domingo

y volaron las mariposas que dormían en mi pecho.


Traigo tantas thanathopias en los hombros

julio, agosto, octubre y otras

que van quedando en el camino...


¿Qué día será?¿qué mes?

en que este pájaro oscuro

me abrace bajo sus alas...


domingo, 18 de octubre de 2009

LA OREJA EN SU LABERINTO


He aprendido a caminar por los laberintos de una oreja

a encontrar la salida antes de caer hondamente

a girar en espirales sabiéndome perdida.


He aprendido a descifrar errores

a entender que el pasaje Lídice es un apéndice de San Antonio

a mirar con la pupila y no con la conjuntiva.


De a poco me vuelvo humana en este vértice

y humanas se vuelven mis manos cuando tocan mi oreja,

eso debió sentir Vincent cuando se la arrancó.


Dependo de una oreja-brújula en esta ciudad

y de unas cuantas manos que me la acerquen...

sábado, 3 de octubre de 2009

ALGO QUE SE PARECE A DESAPARECER UN POCO


El misterio de la carne

pudo a veces meterse bajo mis uñas

e insistir en que somos mortales

en que la piel se unirá con el hueso

en que las cuencas quedarán vacías.


Yo me niego a descansar en paz

quiero descansar en la guerra de cada día

en el ir y venir por tantas calles

en la muerte transformada en vida.


Duermo para morir un poco

y en ese silencio de la carne

y en ese intervalo de la muerte

siento que renazco en manos,

en dedos, en boca, en ojos,

en otra...