domingo, 13 de diciembre de 2009

EL NOMBRE


Es el nombre el que nos sobrevive

es el nombre envuelto en las cosas que dejamos,

son las letras tejidas una a una,

no es la carne

ni las ropas

ni los zapatos que descansan en el piso

ni las manos cruzadas en la falda.

Es el nombre el que queda en los labios

luego de pronunciarnos

luego de deletrearnos

en el último susurro de la noche.

domingo, 22 de noviembre de 2009

CONFUNDIENDO DÍA Y NOCHE


Se despierta una de un sueño malentendido

y se piensa que la noche es la mañana

sólo porque la oscuridad se parece a la madrugada

o porque las oscuridades a veces se reúnen

confundiéndose día y noche.

Y aceleramos el paso creyendo que el reloj nos ha ganado

que la vida se ha adelantado a una próxima muerte

también malentendida

y es entonces cuando algo se nos va en un suspiro,

es entonces cuando nos damos cuenta que aún reina la oscuridad

con sus horas restantes, con sus segundos postreros

y nos dormimos de nuevo para soñar

con una nueva mañana, con una nueva claridad

distinta del ocaso

distinta de los párpados

antes de cerrar los ojos.

domingo, 15 de noviembre de 2009

martes, 10 de noviembre de 2009

SÓLO ESO...


Hoy esta humana reventó en papeles,

en tinta, en cuadernos y olvidos,

hoy esta humana buscó miguitas de pan en los bolsillos

para ver si encontraba el camino

de vuelta hasta tus sombras.

Hoy esta humana vestida de hembra

multiplicó el silencio revirtiendo el sueño

y no escatimó en palabras

para servir al pasado en plato principal.

Hoy esta humana descifró los códigos

estampados en todos los iris y todas las bocas,

se embarcó en las naves tantas veces incendiadas

y partió a la deriva

siendo humana, sólo eso...

sábado, 7 de noviembre de 2009




Me encanta esta canción.
Algún día recorreré las calles de París, mientras tanto, me conformo con "La Bohéme" de la calle El Rosal, dos copas de vino tinto, rosas blancas y dos amigos locos, locos de atar...

lunes, 2 de noviembre de 2009

VUELVO


Vuelvo empapándome de abrigos
metamorfoseándome de nombres,
vuelvo con ojos, con dedos, con lengua
con esa sinrazón que me cabe en las manos
Vuelvo porque me deduces, me piensas,
me suscribes en tus pie de páginas
y yo me libero en tus letras
con tus palabras al cuello
como un cuchillo de voces
presionando mi garganta.
Vuelvo porque nunca me he ido
ni de tus pálidas costillas
con las que me armaste mujer
ni de tus añosos brazos
con los que cruzas mi cintura,
Vuelvo, Poesía sola,
Poesía bruta, Poesía hermosa,
vuelvo a ti desde el otro lado
y me quedo en ti
aun si pierdo el habla,
los ojos con que leo o
el brazo con que escribo.

domingo, 25 de octubre de 2009

THANATOS


Reconozco la muerte cuando me silba

reconozco su olor a flores cuando se acerca,

hoy la muerte me sorprendió justo a la hora

en que amasaba el pan de cada día,

se posó silente en el borde de la mesa

y extendió sus alas de buitre adormilado.


Repetí el frío de tantas muertes,

el sabor a sangre de tantas venas,

se sobrecogió mi cuerpo en un día domingo

y volaron las mariposas que dormían en mi pecho.


Traigo tantas thanathopias en los hombros

julio, agosto, octubre y otras

que van quedando en el camino...


¿Qué día será?¿qué mes?

en que este pájaro oscuro

me abrace bajo sus alas...


domingo, 18 de octubre de 2009

LA OREJA EN SU LABERINTO


He aprendido a caminar por los laberintos de una oreja

a encontrar la salida antes de caer hondamente

a girar en espirales sabiéndome perdida.


He aprendido a descifrar errores

a entender que el pasaje Lídice es un apéndice de San Antonio

a mirar con la pupila y no con la conjuntiva.


De a poco me vuelvo humana en este vértice

y humanas se vuelven mis manos cuando tocan mi oreja,

eso debió sentir Vincent cuando se la arrancó.


Dependo de una oreja-brújula en esta ciudad

y de unas cuantas manos que me la acerquen...

sábado, 3 de octubre de 2009

ALGO QUE SE PARECE A DESAPARECER UN POCO


El misterio de la carne

pudo a veces meterse bajo mis uñas

e insistir en que somos mortales

en que la piel se unirá con el hueso

en que las cuencas quedarán vacías.


Yo me niego a descansar en paz

quiero descansar en la guerra de cada día

en el ir y venir por tantas calles

en la muerte transformada en vida.


Duermo para morir un poco

y en ese silencio de la carne

y en ese intervalo de la muerte

siento que renazco en manos,

en dedos, en boca, en ojos,

en otra...

domingo, 27 de septiembre de 2009

POESÍA


Algún día fuiste la luna,

cuna de mitómanos poetas

piedra filosofal del verso,

algún día me faltaste

y no te extrañé ni en silencio.


Hoy no paro de nombrarte

de leerte, de escucharte,

hoy me muero por beber de tu recuerdo,

ramera poesía de tripas secas.

lunes, 14 de septiembre de 2009

BRUJERÍAS


Cámbiame este perdón que llevo en la frente,

cámbiamelo por algún pecadillo ingenuo,

despoblado de miserias

de horrores imprevistos.


Sigo siendo la bruja que nada hechiza,

la pérfida y deslenguada

que vomita letras ininteligibles.


Por eso márcame la carne con tu inconsistencia

mortájame la boca con tus predicaciones,

revuélveme las horas

de este estancado lunes...

viernes, 3 de julio de 2009

CON OJOS DE PALOMA


Me surge una paloma dentro de mi ojo

me obliga a mirarte con ojos de ave

me obliga a construirte con colores grises,

el ojo de Hofmann cobra su venganza

y pulula en mi carne con todas sus letras.


Te veo en mi iris colombo incisivo

no creas que es amor, no es.

Es sólo una pupila pequeña

palpitando grave dentro de mi ojo.

sábado, 20 de junio de 2009

MI PADRE


Esto es para mi padre,

un pájaro nocturno con alas de gaviota,

una pipa olorosa a tabaco de chocolate,

un libro en el velador de la pieza color damasco,

un árbol sembrado en tiempo de sequía.

Mi padre de cabellos canos

de pisadas firmes y áspera voz,

mi padre, un poeta de la vida y de la muerte,

un filósofo que despierta a media noche

para leer algún fragmento de la fragmentada vida.



Esto es para su día y todas sus noches,

esto es para su mar de Lota,

su pan minero,

sus discos de vinilo,

sus óperas, su ajedrez de madera,

sus ojos verdes.



De su hija que está lejos,

de sus brazos

de su voz

de sus letras taciturnas.



A mi padre para que no muera.


domingo, 26 de abril de 2009

CUANDO LA CRUZ DEL SUR ERA MÍA


Dábamos brincos por la calle cuando los transeúntes pasaban sin mirarnos y éramos un par de borrachines alentados por la oscuridad de la noche.Neones se encendían y apagaban y nuestras manos buscaban en la ropa las monedas para un taxi.Santiago era una jungla entre librerías y bares, el Club de Jazz de Ñuñoa nos cerró la puerta en las narices, nos reímos, al cabo que ni queríamos. El Cabernet nos nubló la vista y ya no distinguíamos entre estrellas o luna. Me regalaste algo que se parecía a La Cruz del Sur, de tu Sur, me dijiste, luego sacaste de tu bolsillo una caja envuelta en papel rosado metálico, era un Carolina Herrera de 100 ml, nunca nadie me había hecho un regalo así, me encantó y lo guardé en mi carterita como un trofeo.El teatro del Puente del Parque Forestal ofrecía “La Cocinita”, compramos entradas, nos reímos a mandíbula batiente de los travestis que bailaban y se lucían al puro estilo “Drag Quinn”. La noche parecía un puñado de luciérnagas flotando entre los árboles ¿cómo estaría Concepción a esa misma hora? ¿cantarían mis grillos cafés a las 11 de la noche?. Los bares estaban abiertos, más cabernet, una tabla de quesos y salames, fuiste al baño, olvidaste tu billetera en la mesa, mi curiosidad pudo más que mi recato. No tenías 25, sino 30. No eras cáncer, sino aries y tu primer nombre no era Armando, sino Ramiro. Volviste y te terminaste la copa que habías empezado. Escribiste algo en la servilleta y sin que te dieras cuenta te hice un estudio grafológico “a vuelo de pájaro”: posesivo, egoísta, un tanto egocéntrico, celoso a rabiar, a veces narcisista (el horizontal de la T llegaba a las nubes). De pronto, comenzó a darme sueño y ya no quise más cabernet ni más quesos ni más salames, de pronto comencé a encontrar demasiados YO en su conversación, demasiados DEBES…, demasiados NO SON COMO YO.De más está decir que al día siguiente regresé a Concepción, que no contesté más llamadas venidas de Santiago, que no escribí más cartas en sobres azules, que devolví La Cruz del Sur, que me hastió el Carolina Herrera y regalé el botellón de 100 ml (después supe que valía 70 lucas). De más está decir que lo mejor de esos días fue “La Cocinita” y sus travestis.

domingo, 5 de abril de 2009

MI ROSTRO DE VOS



Las tardes tienen esa serena cualidad de la ausencia, el crepúsculo enorme de un sol a medias nubes, las calles que evaporan pisadas y los ruidos mensajeros del tiempo. Así, entre las ocho de un cansado martes leo un libro en un café del centro, sólo media hora, treinta minutos de viaje por Benedetti, un día alguien me mostró a Benedetti y nunca pude olvidarlo (entiéndase la ambivalencia). El libro calma el hambre que siempre tengo, la sed que siempre tengo y el café es el médium que me contacta con las letras. Siempre el café es una excusa, siempre...Los hombres que entran observan extrañados a una mujer sola leyendo un libro con una taza de café, siempre es raro una mujer sola leyendo un libro con una taza de café, siempre es motivo para preguntas, elucubraciones, destellos de dudas. Pero estoy con Benedetti y "mi rostro de vos" y recuerdo la película "El lado oscuro del corazón" cuando el poeta comienza a recitar en la cola de un banco y todos los presentes reclaman porque es tan raro escuchar a alguien que recita un poema en medio de un acto tan cotidiano, como si poesía y vida no estuvieran unidas. Entonces se escucha un tango de fondo y el poeta camina por las calles repitiendo "tengo una soledad tan concurrida" y la imagen de la mujer se aparece en medio de todo, revolviendo la sopa con una cuchara tan sola, en un acto tan automático que da lástima.Escribo ahora en mi libretita secreta, he escrito tanto en estas páginas, he escrito desde que aprendí a escribir. Ahora es verde, otros años ha sido azul, otros, roja, café, negra, gris, es así como mi velador está lleno de colores que se quieren escapar por los cajones y yo peleo con ellos todas las noches para no dejarlos salir. Ha pasado la media hora, mi derecho a estar sola por treinta minutos, mi espacio para escribir en el único lugar posible: mi libreta. Lo demás es virtualidad y punto.Me voy al paradero con la luna en la boca y "mi rostro de vos".


ROSTRO DE VOS .

Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón. .
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor.
.
sin un temblor de más,
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.
. Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna maldición .
Mis huéspedes concurren,
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor.
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.
. Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres que buscan
a su hambre
miran y miran
y apagan la jornada.
. Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van,
no queda nada.
. Ya mi rostro de vos
cierra los ojos.
. Y es una soledad
tan desolada.

(Mario Benedetti)

miércoles, 18 de marzo de 2009

MUERTE Y ABEJAS


Ya sé como pica la abeja cuando muere,

porque la muerte es mostrar

las tripas frente al aire.

De poco a poco va entrando la lanceta

y la carne se pone mortecina,

de poco a poco recuerdo los dolores

y el veneno me cala la nostalgia...

miércoles, 11 de marzo de 2009

LA MANO


Hay una mano

que me ladra desde el otro lado,

una mano que me extrae las tripas

y las ventila a los cuatro vientos.

Hay una mano que escribe por mí,

que peca por mí,

que toca por mí.

Esta mano me usurpa los miedos,

me bebe los vasos,

me encandila el tiempo,

y yo, indefensa,

me dejo escribir,

me dejo palpar

en la inmensidad del silencio,

porque esta mano no perdona,

no me perdona el haberme conocido.

viernes, 27 de febrero de 2009

AL DIABLO


Ya sé qué voy a hacer después de la tormenta

con esta ramera vieja que me agarra del cuello.

Voy a pintarte mandarinas en las manos

voy a morderte de chocolates esos labios

voy a depredarte enormemente hasta los huesos

hasta calar exhausta la memoria de tu carne.

Porque no hay peor pecado que no querer recibir

cuando la dulzura brota inocente de los dedos

porque no hay peor pecado que no dar

cuando las buganvilias han dibujado corazones

en la vastedad sublime de la piel.

Ya sé qué voy a hacer con la nostalgia,

la voy a poner de patitas en la calle
le voy a cerrar todas las puertas de mi casa

porque no hay lugar para la congoja

ni cama para los lamentos.

Me he desvelado demasiado

en noches en que debería haber dormido “a pata suelta”

y he maltratado mis pobres pies buscando

los caminos siempre equivocados.

Al diablo con los versos imposibles

con las azules flores que crecen entre cardos,

al diablo con la palabra perfecta

hablada en francés, en latín o en jerigonza,

me buscaré un muñeco inflable a la medida

o un trovador novato que me cante tonadas al oído

o un adonis que no hable demasiado,

aunque bien sé que voy a terminar huyendo

de los ojos que ingresan a mi alma

de las manos que abren mi pecho ya gastado

de los peces que inundan mi silencio.

Continuaré leyendo a Gonzalo Rojas

me beberé el café descafeinado

repetiré el verso de ¿Qué se ama cuando se ama?

“estoy condenada siempre a uno, a ese uno,

a ese único que me diste en el viejo paraíso”.

martes, 24 de febrero de 2009

ELOGIO A LA MUJER BRAVA


Hace unos días atrás alguien me dijo que yo era una "mujer brava", le pedí que me explicara y me entregó este texto. No lo conocía, lo leí y me gustó.



ELOGIO A LA MUJER BRAVA


(Héctor Abad)

Los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.
La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran “no más usted me avisa y yo le abro las piernas”, siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).
A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.
Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí y en la fuerza bruta ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.
Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.
Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.

domingo, 22 de febrero de 2009

TRES EVOCACIONES

EVOCACIÓN 1

Algo me trajo la imagen de Nosferatu (el vampiro encarnado por Klaus Kinski) cuando reflexiona en torno a la inmortalidad, a no ver jamás la luz del sol, a estar condenado a la soledad. Recordé la escena en la que es seducido por la muchacha (Isabel Adjani) sin darse cuenta de que está amaneciendo, por lo cual muere inevitablemente.

Podría recordar esa imagen una y otra vez, sus manos cubriendo trágicamente el rostro al percatarse de que el sol estaba entrando por las ventanas, sus colmillos intentando huir de la boca, su calva arrugándose ante la claridad ¡pobre Nosferatu!, cambió un beso por su inmortalidad.

EVOCACIÓN 2

Algo me trajo el recuerdo de una conversación lejana:
C: Podría reconocerte en cualquier parte, aunque te disfrazaras, aunque te escondieras, aunque te tiñeras el cabello o te hicieras la cirugía.
H: ¿Por qué piensas que serías tan infalible?
C: Por los ojos, nunca olvido los ojos, es decir, la mirada y tu mirada es como la de un perrito pequinés triste, así como cuando un niño no es invitado a jugar y mira desde lejos como sus amiguitos se divierten sin él.
H: ¡Jajajaja! Así es que tengo cara de perro pekinés!
C: No es la cara, es la mirada.
H: Quizá tú me podrías engañar con tus personalidades, pero bastaría ponerte por delante una caja de bombones rellenos con almendras para que saltaras como un monito de circo con tal de que te lo entregara. Esa es tu gran debilidad, eso es lo que te deja en evidencia.
C: Así es que como un monito de circo? No me gusta esa comparación.
H. Perdón. Como una monita de circo. ¡jajaja!
C: ¿cuándo me invitarás a ver “La lección de piano”?. Me encanta Harvey Keitel.
H: Cuando me respondas una pregunta.
C: ¿Cuál?
H:¿Qué cosa serías capaz de entregar a cambio de un beso que se recordará por siempre?
C: Una caja de bombones rellenos con almendras.
H: Eres una tramposa ¿sabías eso?
C: Sí.

EVOCACIÓN 3

Algo me trajo el recuerdo de una servilleta de restaurante impresa con un beso rojo de lápiz labial, en ese tiempo la marca era Dior, excelente, larga duración, resistente al agua, con humectante y sabor a fresas. Ese beso rojo estampado marcó la despedida luego de estar allí sentados sin decirse nada; ella jugando con las delgadas servilletas y él, mirando el reloj cada dos segundos. Ella hizo el gesto de estar aburrida (codo derecho en posición perpendicular por sobre la mesa, mano derecha sosteniendo el mentón, ojos adormecidos parecidos a los de Garfield y uno que otro bostezo). Con la mano izquierda buscó en su carterita, encontró a Dior larga duración, se pintó los labios, tomó una delgada servilleta y la besó cuidando de dejar la marca en ella, luego miró el reloj, lo miró a él, le entregó la servilleta con sus labios impresos y le dijo:
-Guárdalo porque es el último beso que te doy.
Cogió su carterita y se fue.

sábado, 21 de febrero de 2009

SIN OLVIDO


Si me olvidara de ti
destejería tu nombre de mis mangas,
barrería los terroncitos castaños de tus zapatillas
que quedaron incrustados en la alfombra,
me comería sola los chocolates
que guardas en el velador,
le arrancaría una o dos hojas al libro de Teillier,
dormiría al centro de la cama
lanzando brazadas a diestra y siniestra.
Pero como no me olvido,
sigo tejiendo chalecos con tu nombre en las mangas,
sigo armando pueblitos de tierra en el borde de la alfombra,
sigo guardando los chocolates que duermen en tu velador,
sigo leyendo esas dos páginas del libro de Teillier,
aunque no sea Teillier quien las escribió,
sino tú, el que me dedicó el libro,
sigo durmiendo enrrolladita
en el lado izquierdo de la cama
tejiendo palabras con tu respiración.

miércoles, 18 de febrero de 2009

ESTADOS METONÍMICOS


Yo no logro conectar la pituitaria con el recuerdo

y se me van los días apretando estos colmillos

que me juzgan por morder lo innecesario.

Yo me imbuncho, me descentro, me deshielo

en un estado amorfo de locura y menosprecio

que no es más que el Sindrome de Estocolmo

a favor de las chacales palabras.

Vientre soy, estría blanca,

moléculas de hembra,

Miracle de Lancome en tonos rosa,

catalizador de deseos enfrascados en mí misma.

Yo me desdibujo, me desdoblo,

me desnudo, me deshago,

des-aparezco.