Es el nombre el que nos sobrevive
es el nombre envuelto en las cosas que dejamos,
son las letras tejidas una a una,
no es la carne
ni las ropas
ni los zapatos que descansan en el piso
ni las manos cruzadas en la falda.
Es el nombre el que queda en los labios
luego de pronunciarnos
luego de deletrearnos
en el último susurro de la noche.
Pero ¿Qué nombre lleva el nombre?
ResponderEliminarTal como usted dice...el nombre sobrevive. Sin embargo, también lo hace la piel y algunas otras señas que aparecen cuando cruzamos la calle. Ya ve a usted a Parra:
ResponderEliminar“Juro que no recuerdo ni su nombre,
más moriré llamándola María,
no por simple capricho de poeta:
por su aspecto de plaza de provincia”
Pero si, el nombre, al menos hasta cuando vuelve a iluminar todo,...queda sujeto a los labios como el toque final del vino reservado.
Hay en pequeño texto de Ángel González que sería una buena respuests. Va musicalizado por Pedro Guerra en el "La palabra en el aire"
ResponderEliminarSaludos
¿Cómo se llama el texto de Ángel González?
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